Cuando se habla del mundo como un espacio de posibilidades, en realidad se habla del tipo de observador que se está siendo en un momento determinado.

 

Cada persona es un ser único, un individuo que habla, percibe y siente. Y lo hace de forma diferente a lo que lo hace otro. Desde el Coaching, cuando se dice que se habla, percibe y siente se refiere a tres dominios que son el lenguaje, el cuerpo y las emociones. Con estos dominios, la persona, el ser, se comunica con su exterior, con el mundo. En este sentido cada ser observa, se conecta  y distingue el mundo a través de estos tres dominios.

 

Del mismo modo, como parte de esa observación, se filtra la interpretación, que no es ni más ni menos, la lente con la que se ve ese mundo.

 

Cuando se habla de interpretación, en realidad se habla de juicios, de creencias, de paradigmas, de experiencias. Todas estas conforman el espesor de esa lente, que definirá que tipo de observador se está siendo.

 

Desde el Coaching, se invita a un cambio, a un aprendizaje, a un proceso donde cada ser aprende a distinguir, a poder separar cuanto está afectando esa lente, esa interpretación a lo que se está observando, o quizás aquello que este impidiendo observar, es desde ahí, desde esa distinción, desde ese nuevo observador, desde donde se abre un nuevo espacio de posibilidades, algo que no se veía o quizás no se conocía.

 

En oportunidades, cada ser se sumerge en una interpretación y piensa que esa es su realidad y por no poder distinguir otra interpretación no puede cambiar ese observador.

 

En ese proceso de aprendizaje un coach acompaña a esa persona, a ese ser, a que aprenda y logre cambiar su forma de observar y comience a distinguir que existen otras opciones, nuevas alternativas y un nuevo observador.  Y es desde ese observador se generará un nuevo espacio y  creará una nueva realidad y  nueva oportunidad para un nuevo futuro.

 

De: LograrTusMetas